
¿Cómo Mantener una Higiene Bucal Impecable con Ortodoncia?
¿Estás usando brackets o estás a punto de comenzar el emocionante viaje de la ortodoncia? Déjame adivinar, una de tus mayores…
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¿Estás cansado de que tomar un sorbo de agua fría o morder un bocado de comida caliente te provoque una punzada de dolor?…
¿Alguna vez has notado pequeñas y dolorosas llagas en la boca de tu hijo? Si es así, es probable que se trate de aftas bucales, una condición bastante común en los niños. Aunque las aftas no son graves, pueden causarles mucha molestia y dificultar actividades cotidianas como comer, beber o hablar. En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre las aftas en los niños, desde sus causas hasta cómo tratarlas y prevenirlas. Así podrás manejar mejor esta situación y ayudar a que tu pequeño se sienta mejor.
Las aftas bucales son pequeñas úlceras o llagas redondas que se forman dentro de la boca, generalmente en las encías, el interior de las mejillas, los labios o debajo de la lengua. Pueden ser de color rojo, blanco o amarillento y pueden sentirse incómodas o dolorosas, especialmente al comer o beber algo caliente o picante.
A pesar de ser muy comunes, aún se desconocen las causas exactas de las aftas bucales en los niños. Sin embargo, se cree que pueden estar relacionadas con:
Alergias o hipersensibilidades alimentarias
Los principales síntomas de las aftas bucales en los niños son:
En la mayoría de los casos, las aftas bucales desaparecen solas en 1 o 2 semanas. Sin embargo, es recomendable llevar a tu hijo al médico o dentista si:
Esto podría indicar una infección más grave o una afección subyacente que requiere tratamiento.
Aunque es difícil prevenir por completo las aftas, puedes disminuir el riesgo de que tu hijo las desarrolle siguiendo estos consejos:
Las aftas bucales son molestas, pero generalmente inofensivas. Con los cuidados adecuados, incluyendo un buen tratamiento sintomático y medidas preventivas, puedes ayudar a que tu hijo se sienta mejor y esas pequeñas llagas desaparezcan pronto. Recuerda que las aftas son muy comunes en los niños y no debes preocuparte demasiado a menos que persistan o se acompañen de otros síntomas graves. Con paciencia y los remedios adecuados, pasarán rápidamente para que tu pequeño pueda comer, beber y sonreír sin molestias.